La cantante barbadiense ya antes había manifestado que no le gusta que la traten como diva, y esta vez lo dio a conocer
cuando abordó el metro para dirigirse a su concierto en el O2 Arena de Londres.
Rihanna, que estuvo acompañada por guardaespaldas, no pasó desapercibida en el tren y muchos de los pasajeros que la acompañaron manifestaron que la cantante se mostró muy amable con los fans que se le acercaron.
La artista firmó autógrafos y se tomó fotos con sus admiradores, aunque dijo que no cantaría pues para ello debían asistir al concierto que ofrecería horas más tarde.
Tras llegar a la estación cercana al Arena O2, Rihanna fue recibida por un lujoso auto que la llevó a su presentación.
Fuente:http://www.farandulainternacional.com
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